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jueves, 17 de febrero de 2011

Tirar la piedra y esconder la mano

Portada y cita de la revista de la confesión religiosa
http://www.notiexpress.com.ar/contentFront/rosa-locales-8/denuncias-tras-la-muerte-del-testigo-de-jehova-accidentado-103917.html

http://www.agenciafe.com/noticia/articulo/152246/zona/3/DENUNCIAS_TRAS_LA_MUERTE_DEL_TESTIGO_DE_JEHOVA_ACCIDENTADO.html

Estimados camaradas víctimas de la pseudoteología watchtoweriana:

Recientemente ha fallecido Camilo Orlando Zampini debido a un accidente con su motocicleta.  Cuando los médicos quisieron hacerle la transfusión de sangre correspondiente, la esposa se cerró en banda y presento la tarjeta documento que edita y distribuye la confesión religiosa de los testigos de Jehová con la firma de su marido un tanto confusa  --según su hermana--.   En España se le llama Tarjeta de Instrucciones Previas: http://johnhenrykurtz.blogspot.com/2011/02/md-ab-s-tarjeta-de-instrucciones.html

La hermana de fallecido, luchó legalmente para obtener una orden judicial que consiguió..., ¡pero fue demasiado tarde!  Los médicos ya habían diagnosticado muerte cerebral para cuando llegó la orden judicial.  La transfusión en este caso de emergencia y extrema urgencia, de hacerse, debía haberse hecho inmediatamente, dijeron los médicos.

La hermana del fallecido ha denunciado el caso en un juzgado, por abandono de persona y muerte agravada por el vínculo.  Además, también por unas supuestas agresiones físicas que sufrió por parte de testigos de Jehová que están evaluando los forenses.  No se pueden dar más detalles porque el asunto está bajo secreto de sumario.

Un miembro del CEH (Comité de Enlace con los Hospitales), Alejandro Ocampo, sin esperar el resultado de la investigación judicial que están llevando a cabo los médicos forenses para determinar la causa de la muerte, dijo que: "Zampini murió como consecuencia del golpe que recibió y no por falta de sangre", entre otras lindeces.

Luego, el mismo personaje  --siguiendo la política de la confesión religiosa en esta materia--, se ratificó en aquello de tirar la piedra y esconder la mano, cuando quiso enfatizar que lo de no aceptar transfusiones de sangre es una cuestión puramente personal e individual...,  en la que nada tiene que ver la entidad religiosa. (Véase el siguiente enlace: http://johnhenrykurtz.blogspot.com/2011/02/querida-confesion-religiosa-que.html  y http://johnhenrykurtz.blogspot.com/2011/01/el-no-las-transfusiones-sanguineas.html )  Casi se me caen las lágrimas de emoción al escuchar a éste miembro del CEH.  No obstante, a éste experto se le olvidó decir que los testigos de Jehová que deciden transfundirse sangre voluntariamente, reciben represalias por parte de la confesión religiosa.  ¿En qué consisten estas represalias?  Todo tu entorno social y familiar, deberá hacerte el vacío.  Sufres una verdadera lapidación social y familiar.  Y, quien ose dirigirte la palabra o decirte un lacónico "¡Hola!"..., sufrirá la misma pena.  ¿Cuánto puede aguantar emocionalmente una persona cuando todos tus seres queridos te dan la espalda..., por imperativo de la confesión religiosa?  ¿Es eso una tortura psicológica..., o un premio gratificante?  ¿Por qué el Sr. Alejandro Ocampo, no hizo mención a este detallito?  ¿Puede una decisión ser individual y de conciencia cuando existe coacción? https://picasaweb.google.com/formerwitness/CENTRODEDOCUMENTACIONPERMANENTESOBRELAEXPULSIONENLOSTESTIGOSDEJEHOVA#

Así, con toda la documentación aportada en los enlaces citados, el lector podrá documentarse y llegar a una conclusión acertada sobre los testigos de Jehová y las transfusiones de sangre..., ¡y la mano negra que hay detrás y que mece que la cuna!

Para finalizar, nuestro compañero Tejota, se luce con la siguiente faena:

LA HEMOTRANSFUSION,
¿UN ASUNTO PERSONAL?


Dice el Cuerpo Gobernante
que, por hemotransfusión,
es correcta decisión
no expulsar al claudicante,
si es que por debilidad
cedió ante tal tratamiento,
mas muestra arrepentimiento
con plena sinceridad.


Antes, con mano de hierro,
a todo el que transigía
y al final se transfundía
lo expulsaban como a un perro.
Hoy es todo lo contrario
y dicen con elocuencia
que es asunto de conciencia
hasta un desliz voluntario.


Tal cambio fue consecuencia
del tratado de Bulgaria,
que fue “nueva luminaria”
para no perder la audiencia.
Con este nuevo “alumbrado”,
el conde Drácula, digo,
bien podría ser testigo
y nunca ser expulsado.
17 de febrero de 2011 21:55

jueves, 10 de febrero de 2011

Querida confesión religiosa: ¿qué componentes sanguíneos no me debe permitir mi conciencia?


Nuestro Ministerio del Reino, enero de 2011


Nuestro Ministerio del Reino, noviembre de 2006, páginas 5 y 6

https://picasaweb.google.com/johnhenry.kurtz/DocumentaciNSobreLaCuestiNDeLaSangreYLosTestigosDeJehov#

http://www.watchtower.org/s/hb/index.htm

Estimados camaradas y apóstatas impenitentes de la Watchtower:

Un hermano de Salamanca, nos escribe la siguiente carta a los apóstatas irreductibles en busca de la verdad documentada sin trampa ni cartón: sin eufemismos watchtowerianos, medias verdades y mentiras descaradas.
Él nos pide que no revelemos su identidad, ya que no desea que su familia sufra con las represalias que la confesión religiosa pueda tomar contra él y su entorno.  Además, me ha pedido que cambie el estilo de escritura para que no le puedan reconocer las amistades, pero, conservando la integridad del texto.  ¡Va por ustedes!
Apreciado JHK:
LLevo un tiempo leyendo varios sitios apóstatas y, entre estos está tu blog.  Me gusta por que lo sueles aportar la documentación correspondiente para que el lector pueda verificar la certeza de tus aseveraciones.  Antes de nada decirte que actualmente estoy estudiando en la Universidad de Salamanca.  Allí, yo no me identifico como testigo de Jehová para evitarme problemas y prejuicios.  Pero, en mi congregación de origen, los ancianos que hay son muy limitados (académicamente hablando) y, ni yo los entiendo en su explicaciones ni ellos entienden correctamente mis preguntas  --especialmente sobre los componentes sanguíneos aceptables e inaceptables y la razón bíblica--.  No he querido insistir mucho más, porque me dijeron que debemos aceptar todo lo que viene del Esclavo Fiel y Discreto..., sin cuestionarlo.  De momento, no deseo levantar sospechas sobre mis convicciones personales en este asunto: no quisiera disgustar a mi familia o que ellos pudieran estar mal vistos por mi causa.
¿Tienes tú información clara, precisa y detallada sobre la posición que debemos mantener los testigos de Jehová al respecto?   Te lo agradecería mucho.  No quiero pedirla en mi congregación porque ya me miran con sospecha,¡además con eso de que estoy estudiando en la universidad...!  Además, no confío que la información que pudieran suministrarme fuese tan extensa y precisa como la tuya, ya sabes: ellos omiten cierta información como las cartas a los ancianos y demás documentación que clasifican de confidencial.
Espero tu respuesta y te envío un abrazo por tu labor desinteresada a favor de todos nosotros. 
                                               Miguel 
Querido Miguel, te he contestado personalmente  --como tú sabes-- y ahora te invito a que leas el comentario oportuno que, sin duda, te ayudará a una mejor compresión de la cuestión que hay envuelta.

Tenemos arriba una parte del boletín interno de la confesión religiosa de los testigos de Jehová en España: Nuestro Ministerio del Reino, noviembre de 2011, página 2.  Anual y puntualmente  --cada mes de enero--,  la entidad religiosa no recuerda y adoctrina sobre la necesidad de renovar nuestro compromiso con la postura oficial de la confesión religiosa sobre las transfusiones de sangre y sus derivados, así como las diferentes técnicas médicas posibles.  Por eso, hoy toca diseccionar y traducir al román paladino las directivas  --no siempre diáfanas--  de la confesión religiosa en esta circular interna.  ¡Va por ustedes!

El tema del artículo se las trae: ¿Sabemos cuáles son nuestras opciones?  Se supone que debo cumplimentar la tarjeta de Instrucciones Previas que nos suministra la confesión religiosa del notorio arraigo y olé con los componentes sanguíneos aceptables e inaceptables   --según la Biblia del Cuerpo Gobernante--.  Se supone que tenemos hacer un Testamento Vital, ¿cómo lo vamos a rellenar si ni nuestra mente ni nuestra conciencia saben lo que nos debe o no debe permitir?  Tal vez, el tema debería decir lo siguiente para que el testigo de Jehová lo pudiese entender a la primera: ¿Sabemos cuáles son la directrices de la confesión religiosa dirigidas a todos los testigos de Jehová en España, correspondientes a este año en curso sobre lo que podemos y lo que no podemos aceptar como tratamiento médico sin que tomen represalias contra nosotros?  La pregunta temática es ligeramente más larga, pero, sin duda, mucho más explícita y aclaratoria.

En el primer párrafo, los tunantes, hacen la siguiente pregunta inocente: ¿Sabemos bien cuáles son las opciones que existen para recibir atención médica sin sangre?  Primero de todo: un alto porcentaje de los testigos de Jehová son personas ancianas que han tenido una educación académica muy limitada  --algunos ni eso--, ¿cómo van a saber estas personas que su conciencia entrenada por la Biblia les permite, por ejemplo, aceptar: albúmina, inmunoglobulinas, factores de coagulación, hemoglobina, hemina, interferones..., si ni siquiera saben que estas palabras están en el diccionario o si quiera existen estos componentes?  Por la mismas razones bíblicas que podemos aceptar los componentes sanguíneos antes mencionados, ¿cómo puede decir la confesión religiosa que los siguientes son inaceptables para cristianos?  ¿Cuáles son inaceptables?: Sangre completa, plasma, glóbulos rojos, glóbulos blancos, plaquetas.  ¿Cómo puede una persona leyendo la Biblia llegar a estas conclusiones?  Sencillamente, esto es imposible.  Aquí hay una mano negra detrás y que mece la cuna: es la confesión religiosa quien determina  --en lugar de las conciencias de los individuos--  qué componentes sí y cuáles no se pueden aceptar como tratamiento médico.  Lo que pasa es que, ellos pretenden presentar todo este despropósito como una consecuencia de nuestra conciencia que nos prohíbe aceptar unos componentes sanguíneos que ni siquiera sabemos que existen.  Propongo una cosa: el próximo testigo de Jehová que te visite, pregúntale: ¿qué componentes sanguíneos puede aceptar y cuáles no?  Y, la respuesta, la contrastas con la lista oficial impresa por la confesión religiosa.  Me atrevo a asegurar que, más de un 95% no lo sabría sin antes consultar las publicaciones que edita la entidad religiosa.  No tienen ni idea.  Ellos escriben en el Testamento Vital lo que les dictan: oralmente o en las publicaciones de la confesión religiosa.

¿Y cómo puede, el pardillo integral ibérico, llegar a saber las opciones?  Para ello veamos primero el vídeo La negativa a la sangre.  La medicina acepta el reto.   (Se lo puede descargar uno en la red, por ejemplo: http://www.descargasteocraticas.com/dt/prcene09/  o, también en: http://www.general-search.net/fileinfo/gs9e2d919h17i0 )  O sea, primero ver el vídeo editado y distribuido por la confesión religiosa, ¡no vaya a ser que se nos ocurra preguntar a un hematólogo!  Y..., ¿luego?  Luego, habiendo orado, repasemos nuestra compresión del asunto valiéndonos del cuestionario que sigue.  Orar.  Lo de orar es una tapadera, algo que despista al que lee este boletín para consumo interno.  ¿Orar para qué..., si todo está escrito, detallado y pormenorizado por la confesión religiosa?  Esto es humo envuelto en nada.  Lo interesante es cuando dice que repasemos nuestra comprensión del asunto..., valiéndonos del cuestionario que nos proporciona la entidad religiosa.  ¿Qué dice ese cuestionario?

La primera en la frente: 1) ¿Cuál es la razón principal por la que los testigos de Jehová rechazan las transfusiones de sangre?  ¿Qué pasa?  ¿Es que ya no se acuerdan?  ¿Una decisión tan trascendental y vital..., no tienes clara la base fundamental sobre la que se basa tu decisión que la confesión religiosa te remite a su vídeo para que te empapes?  ¡Mal empezamos!

2) ¿Qué clase de atención médica desean los testigos de Jehová?  Hay unos siete millones de testigos de Jehová repartidos por el mundo, ¿todos piensan igual sobre esto..., sin ninguna variación?  ¿No huele esto?  Imagino que los testigos de Jehová, y las personas de otras confesiones religiosas, y los ateos, y el personal médico..., querrán la mejor atención médica posible?  Pero, ¿quién determina para los testigos de Jehová lo que es la mejor atención médica?  Pues el Cuerpo Gobernante de los testigos de Jehová.  Por supuesto, esto no tiene porqué coincidir con la lex artis ad hoc.  De los médicos, sólo citamos lo que nos interesa, muchas veces, información sesgada y parcial.

3) ¿Qué derecho primordial tiene el paciente?  Si me lo pregunta a mí y sin ver el vídeo de la confesión religiosa, yo diría que de vivir.  Ese es el primer derecho del paciente.  Segundo  --y si las circunstancias lo permiten--  considerar los pro y los contras de los tratamientos médicos que nos proponga el facultativo de turno.  Por supuesto, ¡no preguntaría a los pastores religiosos de la comunidad local, asuntos de tratamientos médicos que afectan a mi persona!  Y, le recordaría a la entidad religiosa aquello de: Zapatero a tus zapatos.


4) ¿Porqué es un acto responsable y razonable escoger alternativas a las transfusiones?  ¿Hablamos en plata, o seguimos jugando con un lenguaje exquisitamente ambiguo?  ¿Siempre tiene el paciente la oportunidad de escoger una alternativa a la transfusión sanguínea?  ¿Porqué no le preguntamos a nuestro médico de cabecera, o mejor aún, a un cirujano?  ¿En una urgencia también?  ¿A qué jugamos?  Estamos hablando de algo serio..., ¡de la vida de la gente que confía ciegamente en nosotros, gente que nos ve como los representantes de Dios en la tierra!

5) Cuándo uno pierde mucha sangre, ¿qué dos prioridades urgentes tienen los médicos?  ¡Je, je!  Sois increíbles.  ¿Y si formulamos la pregunta de la siguiente manera?  Cuando uno pierde mucha sangre, como lo es en una emergencia, ¿podemos echar mano de otra cosa que no sea una transfusión de sangre?  Sinceramente, ¿vosotros creéis que las abuelas que apenas saben leer y escribir..., pueden contestar este tipo de preguntas?  Yo os voy a contestar, ¡a ver si os vale mi respuesta!  Si un servidor ha perdido mucha sangre  --como puede ocurrir en un accidente--, no me pregunto qué dos prioridades urgentes tienen los médicos ni ninguna chorrada de las que escribís vosotros, simplemente espero y oro que el médico que me atienda no haga ningún experimento conmigo en ese momento y se atenga al protocolo médico oficial para esas situaciones de emergencia.  No es por nada, pero, confío más en el colegio médico de turno que en el indocumentado Cuerpo Gobernante.

6) ¿Cuáles son las cuatro principios de las estrategias alternativas a las transfusiones?  Bien.  Seguro que los médicos, siempre que puedan evitarán las transfusiones de sangre  --siempre que esto no suponga un riesgo para la vida del paciente--.  Nadie quiere someterse a una intervención quirúrgica por gusto, tampoco nadie quiere una transfusión sanguínea si uno puede evitarla: ambas cosas tienen sus posibles riesgos y complicaciones.  Por ejemplo, por la anestesia, seguro que mueren equis personas cada año, ¿pero cuántas vidas salva?  ¿Cuántas intervenciones quirúrgicas se pueden realizar gracias a la anestesia?  Además, si lo que queremos resaltar son los posibles efectos adversos de las transfusiones de sangre, ¿porqué también es objetable para la confesión religiosa las transfusiones autólogas?  Por ejemplo, con anticipación a una intervención quirúrgica, yo me saco y almaceno mi propia sangre..., ¡por si fuese necesario!  ¡Así no tendría ningún problema!  Mientras que si yo acepto cualquiera de los componentes sanguíneos de los que permite la entidad religiosa  --como es un derivado de sangre de un donante anónimo--  también pudiera estar contaminado de un sinfín de enfermedades.  Luego, estaría expuesto al riesgo igual que el que se transfunde la sangre completa.  En todo este asunto, lo que hay es mucha información médica parcial y sesgada.

7) ¿Cómo pueden los médicos a) minimizar la pérdida de sangre, b) conservar glóbulos rojos, c) estimular la producción de sangre, d) recuperar la sangre perdida?  Informarse puede estar bien.  Pero creo que la praxis médica hay que dejarla en manos del personal facultativo, ¿no?  O, ¿tengo que enseñarle  --yo, un neófito en la materia y porque he visionado vuestro vídeo--   al cirujano de turno las técnicas de cómo debe operarme?  Esto es absurdo y sería ridículo si no fuese porque con todo este asunto muere gente inocente.


8) Expliquemos los procedimientos conocidos como a) hemodilución y b) recuperación de sangre.  Si vosotros estuviéseis enseñando medicina en la facultades, ¿qué clase de enseñanza daríais a los alumnos?  ¿Enseñaríais sólo lo que os conviene teológicamente en un momento determinado?  ¿Tú te crees que yo necesito saber todo esto y qué valor puede tener?  Confío en el médico que me tenga que operar, confío en su pericia y su experiencia, ¿no voy a confiar en vosotros, eh?  Me gustaría decíos aquello de antes: zapatero a tus zapatos, pero es que en vista de que vuestro currículum académico está más blanco que la leche, ¡no se me ocurre ningún sitio donde mandaros!  Jugáis a ser la Voz de Dios en la tierra, cuando no tenéis ni puñetera idea de casi nada..., ¡y en profundidad..., de nada!  La nota que os doy en un cero patatero.

9) ¿De qué deberíamos informarnos cuando se nos ofrezca una alternativa a las transfusiones?  ¿Sabéis que os digo?  Como todo esto una persona normal no puede tenerlo en la cabeza, lo mejor de todo es que vosotros  --desde la sede nacional de los testigos de Jehová en España--  dieseis un poco la cara y nos dejaseis un teléfono de consulta para casos de emergencia donde llamar para consultar:
--¡Hola!  ¿Aquí Betel?
-- Sí, hermano en la fe y cotizante sin fin.
--Hermano, tengo un problema con lo de los componentes sanguíneos y estoy hecho un lío: el cirujano que me opera sugiere una transfusión de crioprecipiotados.  Como en las directrices que nos enviáis anualmente no menciona este componente, ¿puede mi conciencia aceptar esta transfusión, sí o no?
--Hermano en la fe.  Aquí en la sede nacional tenemos un médico de medicina general y no estoy muy seguro de que siquiera conozca esa palabra.  Y de los demás ni te cuento.  
--¿Y no me puedes poner con un miembro del Comité de Sucursal?  Ellos deben saberlo, ¿no?
--¡Jua, jua, jua!  ¡Pero qué pardillo eres!  La mayoría no tiene ni oficio ni beneficio, salvo uno que antes estaba vendiendo huevos en un mercado.  Mira, no te puedes operar ni tampoco morir, tenemos que escribir al Cuerpo Gobernante.  Ellos allí en Brooklyn, buscarán el palabro en el diccionario y cuando consigan enterarse, tendrán que reunirse un miércoles, y, entonces, para aprobar ese tipo de transfusión, deben estar de acuerdo dos terceras partes de los miembros del Governing Body Bank.  Después nos enviarán la respuesta aquí, a la sede nacional en España, y nosotros avisaremos a los ancianos de tu congregación, a su vez, ellos te darán la respuesta a ti..., ¡si todavía estás vivo para contarlo! 
--Pero, entonces, mientras tanto, ¿pueden pasar un par de meses? 
--Fijo, si no más.  En confianza.  Lo tienes chungo, macho.
--Pero es que en el DVD que distribuye la Sociedad dice que...
--¡Ja, ja, ja!  ¡Pero hombre, cómo te crees eso!  Yo de ti  --ahora que nadie me escucha--, le diría al cirujano que tire 'pa lante' la operación.  Tú ni mu a los ancianos. Tampoco lo menciones a ningún hermano.  ¡Ojos que no ven, corazón que no siente!
--Pero, ¿y cómo sé yo lo que debe permitirme mi conciencia..., si el Cuerpo Gobernante no me lo dice antes?  Yo pensé que en Betel, a parte de llevárselo crudo, también estarían para brindar ayuda en casos de emergencia.
--Hermano, no seas un 'pringao'.  Betel está para lo que está: para pillar los donativos en metálico y a cambio ofrecer opacidad financiera a espuertas.  Tú, no seas tonto y toma nota del consejo que te ha dado confidencialmente.
10) ¿Pueden realizarse operaciones quirúrgicas extensas y complicadas sin transfusiones de sangre? La pregunta podría formularse mejor así: ¿Siempre pueden realizarse operaciones quirúrgicas extensas y complicadas sin transfusiones de sangre, o más bien, son una rara excepción con la que no podemos contar la mayoría de nosotros?  Una cosas son las hipótesis de trabajo: en unas condiciones ideales, con  todos y los últimos avances tecnológicos, con los mejores profesionales, con mucho tiempo de anticipación para preparar esa intervención, etc., etc., etc.  Pero, ¿sería esto viable y accesible para el testigo de Jehová medio?  ¿Está esto disponible en todos los países y al alcance de todo el mundo..., cuando cada hora mueren 18 niños de sarampión en el mundo?  ¿Que qué se necesita para salvar a éstos niños?  Pues no  se precisa alta tecnología ni profesionales muy calificados, sólo: aislar al paciente, buena nutrición, ingesta adecuada de líquidos?  La información hay que darla completa y no crear un concepto erróneo de las cosas con una verdad a medias,  a quien nos escucha y cree que somos los únicos representantes de Dios.

11) ¿Qué paso positivo está dando la comunidad médica?  Para vosotros lo positivo lo es cuando concuerda con vuestros puntos de vista u objetivos.  No se puede generalizar, tampoco con la comunidad médica: ni en todos los países hay las mismas oportunidades sanitarias ni están económicamente al alcance de todos.  Pero, vosotros, por la manera que tenéis de escribir o relatar las cosas, se diría que todo el mundo tiene al alcance de su mano toda esta tecnología avanzada y a los mejores profesionales del mundo en las mejores condiciones posibles.  Eso es una utopía.

Vuestro descaro no tiene límites conocidos.  Me explico.  Por ejemplo, con lo siguiente: Basándose en los dictados de su conciencia educada por la Biblia, cada cristiano debe decidir si acepta o no algunos tratamientos que se presentan en el vídeo.  Es cierto, en el restringido margen de maniobra que nos deja la confesión religiosa..., tenemos capacidad de decisión respecto algunos tratamientos, pero no sobre: transfusiones sanguíneas, glóbulos rojos, glóbulos blancos, plasma y plaquetas.  En estos últimos supuestos, ni hay Biblia ni hay conciencia, están las directivas claras y precisas de la confesión religiosa.  ¡Que nadie se lleve a engaño!  Lo que pasa es que la entidad religiosa quiere presentar la postura conjunta de los siete millones de testigos de Jehová como una personal y de conciencia.  Pero la realidad, es que está ella detrás con su poderosa maquinaria jerárquica para coaccionar con la desasociación forzosa a quien ose transfundirse sangre por convicción.  La desasociación, supone: que tu familia reniega de ti  --restringiendo al mínimo imprescindible el trato contigo--  y que tus amistades te retiren el saludo..., ¡ya no te podrán saludar, y mucho menos hablar!  Por lo tanto, la coerción existe por parte de la confesión religiosa.

Para finalizar, ¿cómo puede estar seguro de lo que puedo y no puedo aceptar como tratamiento médico aceptable por la confesión  religiosa?  Muy sencillo.  Remitiéndote a sus publicaciones.  No las tienes que buscar tú, ellos te lo dan todo comido y te apuntas las referencias a las publicaciones pertinentes:
* La Atalaya, 15 de junio de 2004 (Pregunta de los lectores)
La Atalaya, 15 de octubre de 2000
Nuestro Ministerio del Reino, noviembre de 2006 
Una vez consultadas estas publicaciones, entonces podemos apuntar en la tarjeta de Instrucciones Previas y en nuestro Testamento Vital (Voluntades Anticipadas) las consignas dictadas por la confesión religiosa, de modo que todos escribiremos lo mismo.  ¡Así decide y actúa la conciencia personal de los testigos de Jehová!

jueves, 13 de enero de 2011

¡Que nadie se escaquee! "El que se mueva no sale en la foto..."

Nízam (el Ojo que todo lo ve)






http://www.extj.com/showthread.php?18595-Directiva-de-la-sangre-para-menores/page3&highlight=nizam

Estimados camaradas víctimas de la pseudoteología tombolesca watchtoweriana:

Nuestro compañero Nízam, fiel a su cita anual con nosotros, de nuevo, nos documenta sobre las directrices de la confesión religiosa con las que cada enero bombardea a sus feligreses..., ¡con la estrecha cooperación de los ancianos espirituales en las congregaciones!  El objetivo es que nadie pueda escabullirse sin rellenar y firmar la Tarjeta de Instrucciones Previas.  Aquí, hay que posicionarse: o con el Esclavo Fiel y Discreto o contra él..., ¡y atenerse a las consecuencias!

En un proceso que tiene varios pasos, se pretende educar a personas que  --en no pocos casos son gente mayor que leen y escriben con dificultad--  en las ideas sesgadas y parciales sobre el punto de vista médico sobre las transfusiones de sangre..., ¡y sus muchísimas complicaciones!  Se pretende explicar cómo la Biblia prohíbe ciertos componentes sanguíneos y cómo otros componentes sanguíneos sí permite que se utilicen en medicina, ¿qué dónde hace esa distinción tan precisa la Biblia?  En ninguna parte, ¡eso se lo ha sacado de la manga el Cuerpo Gobernante de los testigos de Jehová, que son los que cortan el bacalao de verdad!

Es digno de mención que, ningún miembro de este todopoderoso Cuerpo Gobernante tiene estudios universitarios  --que se sepa-- y, muchos menos están versados en los idiomas originales de la Biblia..., ¡pero ellos no necesitan conocer esas lenguas bien para poder llegar a sus propias conclusiones fundamentalistas de la Biblia!  Poco importa lo que digan los expertos lingüístas y teólogos, tanto católicos como judíos, sobre esta cuestión..., ¡ellos son unos crack por inspiración divina; saben sin haber estudiado!

Pero, iremos al grano.  La Tarjeta de Instrucciones Previas, en el apartado para que firmen tres diferentes testigos, aparece debajo de las firmas  --en letra muy pequeña pero, como toda letra pequeña de contrato, con la intención de que algo importante se nos pase desapercibido--  la siguiente leyenda:
Los abajo firmantes, mayores de edad, conocen el otorgante y declaran que al firmar estas instrucciones previas lo ha hecho con plena conciencia y de forma voluntaria, NO APRECIANDO NINGÚN TIPO DE COACCIÓN EN SU DECISIÓN.
En definitiva, los tres testigos firman la tarjeta de un tercer sujeto, con el fin de eliminar legalmente toda duda que pudiera surgir sobre si el afectado ha actuado coaccionado por una institución o persona..., ¡eso y sólo eso!  ¿Quién se pudiera beneficiar de esta cláusula?  En caso de que hubiese coacción, ¿de quién procedería?  ¿Quién tiene los medios para coaccionar y meter miedo al firmante?  ¿Una expulsión-desasociación por parte de la confesión religiosa  --por la que todos tus amigos te retiran el saludo y tu familia restringe al mínimo imprescindible el trato contigo--  podría considerarse como coacción?  Aquí hay una mano negra que mueve los hilos y que pretende nadar y salvar la ropa, ¡legalmente hablando!  Pues voy a ser sincero: mientras un testigo de Jehová tenga miedo a las represalias que pueda tomar la confesión religiosa si él acepta una transfusión de sangre por convicción..., ¡hay coacción!  Hay coacción con tres testigos firmando y con veinte testigos firmando la dichosa tarjeta.  Cuando hay miedo a las represalias, no hay libertad para actuar ni opinar libremente.  ¿Me equivoco..., Cuerpo Gobernante?  Ahora, ya puede salir el portavoz de la confesión religiosa a contarnos la milonga de que cada testigo de Jehová decide libremente y sin coacción en el asunto de las transfusiones de sangre..., ¡y voy yo y me lo creo!

La carta de la confesión religiosa, reconoce claramente que por años dicha confesión ha suministrado esta Tarjeta de Instrucciones Previas a sus parroquianos.  También, anima a todos a cumplimentar otro documento: Documento de Instrucciones Previas, que no es otra cosa que un testamento vital en cuestiones médicas.  Los muy cucos, para que nadie se escaquee, dicen:
Los ancianos de la congregación pueden ayudarte a conseguir este documento y te informarán dónde debe registrarse.
¡Qué detalle por parte de los ancianos de la congregación!  ¡Se me caen las lágrimas sólo de pensar en lo mucho que se interesan por nosotros!  ¿Qué significan estas palabras en la realidad?  Que éstos ancianos son los que te suministrarán todos los documentos e impresos que antes se han mencionado.  Una comunidad local de los testigos de Jehová normalmente tiene varios de éstos ancianos que, a su vez, se reparten a los miembros del rebaño para este menester de la cuestión de la sangre.  Ellos te suministran los impresos mencionados y supervisan qué es lo que escribes en ellos y, si no te aclaras, te asignan los testigos que firmarán que la tuya es una decisión personal, voluntaria y sin coacción.  A la misma vez, los ancianos se percatan de aquellos que ni preguntan por los impresos o no tienen ningún problema para cumplimentar los impresos suminstrados  --en un asunto tan intrincado o protocolario como este--.  Lo teocrático es, presentar tu documento cumplimentado a los ancianos para que te den el plácet y te apunten en su lista de buenos chicos.  Si tienen una lista de chicos buenos en su imaginario, también la tienen de los malos, o sea, de los que dentro del rebaño van por libre y toman sus propias decisiones en esta materia pasando de los ancianos.

Se supone que el dichoso DIP (Documento de Instrucciones Previas), es un testamento vital en el que expresas tu voluntad y no la de la confesión religiosa, ¿no?  Leed con atención qué escriben en la carta de arriba los pedigüeños:
El DIP podrá ampliar lo que dice la Tarjeta, pero nunca contradecir lo que tienes anotado en la misma.
¡Vamos a ver, espabilados de turno!  Lo que dice esa dichosa Tarjeta, ¿quién lo ha redactado e impreso?  ¿He sido yo, o a sido la confesión religiosa?  Ha sido la confesión religiosa.  Pero, en mi testamento vital, según indicáis, no puedo contradecir lo que vosotros habéis escrito.  Eso quiere decir, que en el testamento vital no debo expresar mis deseos y convicciones en materia de salud, sino, atenerme a pie juntillas a lo que vosotros habéis escrito previamente y hacerlo parecer como mío propio.  ¿Es esto legal?  ¿Se puede decir a alguien que, supuestamente, está decidido a cumplimentar un testamento vital en materia sanitaria, qué es lo que puede escribir y qué no..., obedeciendo a la confesión religiosa?  Si todos los testigos de Jehová de Jehová deben cumplimentar la Tarjeta, con este golpe, la confesión religiosa se quiere asegurar que nadie escribe y acepta en el DIP un tratamiento médico que contradiga la directrices de la confesión religiosa...  Así de simple.  Uniformidad de pensamiento, uniformidad de criterio y uniformidad de acción.

Para colmo de los colmos en el tema del control del personal, la confesión religiosa  --como novedad--  suministrará una pegatina que podrá adherirse a la Tarjeta, a todos aquellos que cumplimenten el DIP.  Si no cumplimentas el DIP, no necesitas la pegatina y, si no necesitas la pegatina, eso significa que no estás siguiendo las directrices de la confesión religiosa sino que vas por libre y, posiblemente, estés influenciado por ideas apóstatas.  En otras palabras, los ancianos, te tendrán vigilado y en cuarentena espiritual.

Es curioso, entre todo este proceso monumental y tan detallado en el que se ocupa la confesión religiosa anualmente, no dice ni pío sobre las consecuencias que pudieran derivarse de cumplimentar estos documentos.  ¿No es extraño?  Bueno, para ser exactos, dejan caer algo, como el que no quiere la cosa y que es totalmente inexacto:
 A pesar del hecho de tener registradas nuestras instrucciones previas, no siempre los equipos sanitarios aceptarán nuestra postura y buscarán alternativas a las transfusiones de sangre.
Sobre este respecto, nuestro experto en temas legales  --el camarada Lex--, hizo el siguiente comentario relacionado con las consecuencias de rellenar los documentos que nos suministra la confesión religiosa y de seguir sus directivas en materia de salud:
 LEX dijo...
Pus desde aqui solo recordar, que está muy bien lo del DIP, pero que sirve de muy poco, por que las autoridades sanitarias respetaran la decisión de no administrar sangre, muy bien, pero que nadie crea, que luego les van a dar una solución. El Estado pone a disposición del usuario las terapias que el médico cree necesarias, sino las aceptas, la ley sanitaria, te obliga a cogerte el alta y marcharte de allí. En esos casos, ¿te acordarás que los que dan estas instrucciones tienen un seguro privado con el grupo CAPIO SANIDAD para ir a la Fundación Jimenez Diaz en la parte privada? ¿Por que no es extensible esos mismos privilegios al resto de los mortales?
No, para los publicadores que los mantienen, el sufrimiento de ver que no te operan ni aqui ni allá sin sangre, para ellos, la tranquilidad y la comodidad.
Cada vez se parecen más a los políticos.
PUBLICADORES DE ESPAÑA, ABRID LOS OJOS DE UNA VEZ, estos tíos se lo están llevando todo y no van a dejar nada.
Saludos
LEX
29 DE DICIEMBRE DE 2010 09:25
Pero, camarada lector, nos es bueno que sobre este asunto vital para ti y tu familia, toda la información la obtengas de la confesión religiosa, o siquiera de nosotros.  ¿Qué consejo te damos?  Coges el DIP y la Tarjeta de Instrucciones Previas que te dan los ancianos de la congregación y  --sin rellenar o cumplimentar--  te diriges a tu médico de cabecera y que te aclare todas la dudas que puedas tener sobre las consecuencias de esta decisión y él también podrá informarte sobre los tratamientos médicos que más te convienen a ti y a tus hijos.

No te fíes de Cuerpo Gobernante, ¡ya nos la dieron con queso en el tema de: las vacunas, los trasplantes de órganos y cómo tratar la apendicitis!  ¡Que no te la peguen otra vez!  Recuerda, ellos tienen caros seguros médicos privados para estas eventualidades, seguros que se pagan con nuestros donativos económicos!  ¿Y tú?  ¿Qué tienes tú?  Un corazón grande y una cuenta corriente pequeña.  En otras palabras, ¡no tienes ni un duro!  ¿Te podrás costear la medicina privada que te aconsejará el Comité de Enlace con los Hospitales?  Lo dudo. ¿Vas a morir en aras de una verdad caduca y estrambótica?  ¡No seas pardillo integral!

Con vosotros, por vosotros, por la verdad y lo correcto..., ¡lo dejamos todo!

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http://johnhenrykurtz.blogspot.com/2007/11/cmo-tratar-la-apendicitis-segn-la-watch.html

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