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domingo, 21 de diciembre de 2014

La "donación" al cuadrado

Manuela (la Mallorquina)



Boletín interno: Nuestro Ministerio del Reino, marzo de 1992, página 3


     Estimados cofrades exprimidos cual limones por los de la esperanza celestial y trianera:

     La hermana Manuela, desde que ha visto la serie televisiva de El Príncipe, añora una vida excitante y de aventuras y por eso --desde las Islas Baleares-- decide colaborar con los ninguneados apóstatas ibéricos y allende los mares.  Ayer, mientras su maridete teocrático tenía una reunión extraordinaria de ancianos, ella, aburrida como una ostra en casa, decidió echar un vistazo a la biblioteca teocrática familiar y por arte de birlibirloque --ella cree que fue la Providencia quien le ayudó y guió en este búsqueda-- encontró este artículo que tenemos colgado aquí y el que diseccionaremos Dios mediante.

     No obstante, antes de entrar en materia, tenemos que hacer un breve repaso histórico.  Desde el 1 de julio de 1979 hasta 1990 en los EE.UU. [en España hasta enero de 1992], el cuerpo eclesiástico de los testigos de Jehová estuvo enfrascado en la febril tarea de publicar y vender innumerables publicaciones y productos teocráticos viariopintos..., ¡con el precio de venta al público impreso en dichas publicaciones!  Los testigos de Jehová, teníamos que comprar a tocateja la publicación en el Departamento de Literatura, o de Revistas, en el Salón del Reino de los testigos de Jehová: sin dinero por delante no había producto.  En mi Salón del Reino, teníamos un letrerito sobre el mostrador de Literatura, que decía: "Hoy no se fía, mañana todo el día".

     Periódicamente se actualizaba la Lista de Precios:


Lista de precios de las publicaciones de los testigos de Jehová

     Sin embargo, el cambio de política en el tema de la distribución de las publicaciones publicadas y vendidas por la confesión religiosa, ¡utilizando mano de obra gratuita!, no viene como resultado de alguna visión o inspiración del Espíritu Santo.  De hecho, esto viene como resultado de ver las orejas al lobo, tanto a nivel nacional como internacional:



     En España, la confesión religiosa estaba inmersa en un proceso judicial sobre si debía o no pagar impuestos por la literatura importada..., ¡juicio que perdió la entidad religiosa!

     Y, sobre todo, en EE.UU. el Estado de California dictó una sentencia contra el predicador Jimmy Swaggart: tenía que pagar impuestos por los libros y productos que vendía.  En este juicio, sin estar citados expresamente, los testigos de Jehová sí que presentaron para apoyar al "pagano" Jimmy Swaggart...  Parece que les afectó aquello de: Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar.
http://johnhenrykurtz.blogspot.com.es/2008/06/por-qu-razn-dej-la-watch-tower-de.html

     Ahora, volviendo al artículo inicial, con el que hemos empezado esta entrada, cuando se impone el nuevo sistema de "donación" por literatura, resulta que los publicadores más avispados se quedan con cara de póquer, preguntándose: de modo que ahora, cuando recojo literatura en el Salón del Reino con el fin de distribuirla entre el público, debo ser yo quien sufrague el costo con una obligatoria donación voluntaria y, además, cuando se la ofrezca al transeúnte debo pedirle un donativo para la Obra Mundial que se sostiene que donaciones voluntarias..., ¡y también este dinero debo remitirlo a la sede nacional de los testigos de Jehová en España!  ¿No se está cobrando dos veces por el mismo producto?  Esto es lo que contesta la sede nacional en España, aunque la respuesta viene de la central mundial en Nueva York, en el boletín mensual interno:

LA CAJA DE PREGUNTAS

¿No estaríamos donando dos veces por la literatura si hacemos una donación en las cajas de contribución para la "Obra mundial de la Sociedad" cuando obtenemos la literatura y después depositamos también las donaciones que recibimos en el campo?

No.  Las donaciones que se depositan en las cajas de contribución para la "Obra mundial de la Sociedad" no sufragan solo la literatura.  Tanto los publicadores como las personas en el territorio que demuestran interés sincero reciben la literatura sin que se les cobre.  Las donaciones de los publicadores se emplean en mantener sucursales, hogares Betel, escuelas misionales y ministeriales, superintendentes viajantes, misioneros, centros de distribución de literatura y muchos otros servicios necesarios para cumplir con la asignación que Jesús dio a sus discípulos.  El publicar literatura es solo una pequeña parte de esta obra.

Por consiguiente, cuando recibimos donaciones de personas que muestran interés sincero, no debemos decir que su donación es "por la literatura".  Como hemos explicado, los que realmente desean leer la literatura la reciben sin costo alguno.  Cualquier donación que hagan se usará para sufragar los gastos de la obra mundial.  Lo mismo aplica a las donaciones de los publicadores y las contribuciones generosas que las congregaciones han enviado a la Sociedad para cubrir el coste del depósito de la literatura de su congregación.

Fin de la respuesta íntegra.

     Esta respuesta aparecida en Nuestro Ministerio del Reino, era un breve resumen de una carta que envió la sede nacional en España a todas las congregaciones.  Una carta de cuatro páginas, fechada el 24 de marzo de 1992, que debía ser leída públicamente en las congregaciones.  Sin embargo, en la última hoja, a pie de página había una nota:




Carta cortesía de Nízam (el Ojo que todo lo ve)

     En definitiva, nuestra entidad religiosa se vio en la obligación de cambiar de sistema de "cobro" ante el peligro de que se le empezasen a cobrar impuestos por los productos vendidos, ¡como a todo hijo de vecino!  En un principio pensaron que esto sería la cuadratura del círculo: los publicadores --miembros apoquinantes de la comunidad religiosa-- donarían/pagarían dos veces por el mismo producto: con su dinero y con el que recaudaran del transeúnte despistado.

    Los más avispados no nos tragamos el rollo y seguimos pensando que los espabilados teocráticos de turno siguen tras nuestra pasta y pensaron en el cobro doble en el nombre de Dios.

     En fin, ha sido un repaso histórico, instructivo y documentado, especialmente para las nuevas generaciones.  Ya sabéis: lo documentamos todo, todo y todo.  ¿Quién es el padre de la mentira y los tejemaneje teocráticos?