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lunes, 3 de febrero de 2014

Consultorio teocrático: "Soy betelita, ¿cuándo me puedo jubilar?"

Familia Betel en España, año 1985

     Estimados compadres y sufridores impenitentes varios:

     Nuestro hermano betelita Oscarín, está inquieto por su tenebroso futuro y secretamente ha recurrido a Rappel en busca de una respuesta confiable, ¡no se fía del Cuerpo Gobernante y teme que pronto recibirá una patada allá donde la espalda pierde su casto nombre!  El prestigioso adivino español nos la he remitido por la vía expeditiva.  De modo que, aquí estamos para darle respuesta a todas sus inquietudes teocráticas.  Somos el Oráculo Ibérico.  Los clarividentes teocráticos.  Los apóstatas agoreros.  En definitiva, ¡la repanocha infiltrada en las congregaciones para dar guía a los que se encuentran perdidos en el opaco magma watchtoweriano!

     Él nos pregunta cándidamente y como alma en pena: "Llevo unas cuatro décadas trabajando en la sede nacional de los testigos de Jehová en España.  En los últimos años he vivido y sufrido un ERE tras otros, con más miedo en el cuerpo que siete viejas.  No concilio el sueño.  Vivo angustiado.  Me han diagnosticado el síndrome de intestino irritable y me ha dicho el médico que me lo ha ocasionado el estrés y la ansiedad en la que me hallo sumido desde hace unos años.  No levanto cabeza, ¡ay!, ¿dónde estará Manolo?  Me considero uno de los últimos supervivientes.  Sin embargo creo que mi suerte está echada.  Intuyo que el Cuerpo Gobernante está maquinando hacer un último ERE al estilo teocrático: sales de la empresa con una mano delante y otra detrás.  Con la edad que tengo y con mi currículo académico, una vez en el mundo exterior, solo me queda pillar un carrito del Carrefour y dedicarme a buscar chatarra por las calles.

     Sin embargo, sigo este blog desde hace años y creo que leí que existía la posibilidad de una "jubilación".  ¿En qué consiste?   La sede nacional de los testigos de Jehová en España, está registrada como una EMPRESA ante la Seguridad Social, yo, como trabajador, ¿a qué edad me puedo jubilar? ¿Qué requisitos se exige?  La paga mensual de esa jubilación, ¿te la abona Betel o la Seguridad Social?  ¿Será posible que se estire el Cuerpo Gobernante..., contra todo pronóstico?  O, temiéndome lo peor, ¿siguen en la cofradía de la Virgen del Puño?  Por favor, ¡quiero luz!  ¡Luz verdadera!  ¡Luz sin trampa ni cartón watchtoweriano!".

     Estimado hermano Oscarín:

     Nuestra confesión religiosa no contempla en sus estatutos la "jubilación" de nadie.  Aquí, todos somos currantes natos.  No hay una salida digna.  No puedes irte de rositas.  Tienes que echar las asaduras, echar el bofe.  Para poder entender la teología watchtoweriana en contra de la jubilación de apoquinante neto, te remito a la próxima edición del Diccionario Etimológico Watchtoweriano-Español. ¡Va por ustedes!

Jubilación: Dios crea al ser humano por y para servir a los intereses económicos de la confesión religiosa. Se reproduce con el fin de suministrar mano de obra gratuita a la Watchtower. El sujeto crece y se desarrolla para ser entrenado en las diversas técnicas de mercadotecnia que imparte la entidad religiosa con el fin de “vender” sus productos y captar nuevos miembros…, y dinero en forma de “donaciones voluntarias”. El único fin de su existencia, es la de producir para la Organización, y por este motivo sus intereses personales --académicos, familiares, laborales, sociales-- quedan relegados a un segundo o tercer plano…,¡o a ninguno! Por lo tanto, al creyente sólo le queda morir con las botas puestas; al pie del cañón sirviendo a los intereses del Cuerpo Gobernante y los quinientos accionistas de la Watchtower elegidos para la gloria. No tiene sentido ni razón de ser una jubilación al uso. Aquí todo el mundo curra, desde los niños hasta los abuelos nonagenarios. No existe ninguna excusa para dejar de producir para los paniagudos sin fronteras: ni la edad, ni la condición física. Dios no quiere gente jubilada, de otro modo lo hubiese expresado claramente en la Biblia. Así que, aunque el apoquinante neto puede jubilarse del mundo laboral una vez ha alcanzado la edad y los años cotizados a la Seguridad Social, no es así en lo que respecta a sus obligaciones hacia su entidad religiosa. ¿Y si uno encima trabaja en el tiempo completo como betelita o precursor especial? ¡Pues que el de arriba le pille confesado! Deberá currar hasta que eche el último aliento en el complejo fabril y residencial de Betel, o en la localidad donde ha sido destinado por los mandamases de la entidad religiosa! Estos últimos, tienen confundida la faena y el paseíllo; tanto monta, monta tanto, Isabel como Fernando. ¡Es cosa horrible caer en las manos de estos satélites teocráticos!

Si la jubilación fuese algo deseable para que el hombre la buscase, entonces bien pudiéramos esperar que el Hijo de Dios, Jesucristo, lo hubiese mencionado. Pero no encontramos tal recomendación en la Biblia. De hecho, justo lo contrario: “Pero el que haya aguantado hasta el fin, es el que será salvo”. De modo que, a diferencia de otros ministros religiosos de otras confesiones religiosas, el fiel seguidor de Jesucristo, el apóstol Pablo, no se jubiló tras muchos años en el servicio de misionero. Él se mantuvo al pie del cañón. De igual modo pasó con el apóstol Juan, a pesar de estar exiliado en la isla de Patmos por testificar de Jesús, él nunca se jubiló, a pesar de su avanzada edad. Incluso escribió su evangelio cuando rondaba los cien años de edad. Claramente, tanto el Creador mismo, como Jesucristo, no establecieron un patrón que apoye la idea de que la persona se jubilaría de todas sus ocupaciones: “Mi padre sigue trabajando hasta ahora, y yo sigo trabajando”-- Mateo 24:13; Juan 5:17. Awake!, 8 de septiembre de 1954, páginas 20-23.

El hombre no fue diseñado para vivir en la ociosidad sino más bien para trabajar. Cuando el primer hombre fue colocado en el Jardín de Edén por su Creador, recibió una asignación de trabajo.“Y Jehová Dios procedió a tomar al hombre y a establecerlo en el jardín de Edén para que lo cultivara y lo cuidara”. (Génesis 2:15) Él también tuvo la tarea de pensar nombres para “toda bestia salvaje del campoy toda criatura alada de los cielos”. 

Es un error pensar que estar que la vida en el paraíso sería estar recostado bajo un árbol en completa ociosidad. Este no fue el caso en el primer paraíso, y tampoco lo será en el paraíso venidero. La ociosidad degenera [al individuo]. Fue de unos de los factores determinantes en la iniquidad de Sodoma. “Ésta fue la maldad de Sodoma, tu hermana: soberbia, pan de sobra y abundancia de ocio”. –Ezequiel 16:49. Awake!, 22 de mayo de 1959, página 4. 

                                   El ministerio cristiano 

Los que llegan a ser “hermanos” espirituales de Jesucristo y seguidores de sus pisadas constituyen un “sacerdocio real”. (Heb 2:10-12; 1Pe 2:9.) Para estos no hay jubilación. El apóstol Pablo se mantuvo activo en su ministerio mientras estuvo recluido en prisión y participó asiduamente en su actividad ministerial hasta que se le dio muerte. (Hch 28:30, 31; 2Ti 4:6, 7.) Pedro se mantuvo activo hasta el final de su vida. (2Pe 1:13-15.) Juan escribió su evangelio y sus tres cartas canónicas a una edad muy avanzada, alrededor del año 98 E.C. 

Los de la “gran muchedumbre” que vio Juan después de la visión de los 144.000 “sellados” estaban “rindiendo servicio sagrado [a Dios] día y noche”, o sea, continuamente. Por lo tanto, no hay jubilación del servicio a Dios para ningún cristiano. (Rev 7:4, 9, 15.) Perspicacia para comprender las Escrituras [1991], volumen 2, página 148. 

                                    No hay jubilación del ministerio 

Aunque la mayoría de la gente con el tiempo se jubila de su empleo, ningún cristiano se jubila del servicio a Dios. Todos tenemos que ser fieles “hasta el fin” (Mat. 24:13, 14). Por supuesto, debido a la edad avanzada, a algunos ya no les es posible hacer tanto como antes en el servicio de Jehová. Sin embargo, ¡cuánto nos anima verlos hacer lo que está a su alcance de todo corazón! Jehová garantiza en su Palabra que no olvidará su obra ni el amor que mostraron para con su nombre (Luc. 21:1-4; Heb. 6:10). 

Si usted se va a jubilar pronto, ¿por qué no analiza con oración cómo aprovechar al máximo sus nuevas circunstancias? Con la ayuda divina, tal vez la jubilación le abra una puerta que conduzca a mayor actividad, una actividad que traerá alabanza a Jehová y redundará en muchas bendiciones (Sal. 148:12, 13). Nuestro Ministerio del Reino, junio de 2003, pagina 8.
http://es.scribd.com/doc/100676509/El-lado-comico-de-la-Watchtower-Edicion-21-de-julio-de-2012

Fin de las citas teocráticas.

     No obstante, a pesar de todo lo que has leído anteriormente, ¡hay luz al final del túnel!  Afortunadamente, el inicuo sistema de cosas de Satanás, tiene una Seguridad Social que paga pensiones a quienes han cotizado un número de años.  [Sin embargo, a pesar de todo lo que te podamos decir desde este blog, no somos abogados laboralistas, de modo que te recomiendo que te pongas en contacto con una abogado laboralista ya que él sí que está al día con la legislación vigente en esta materia].  Normalmente, se paga el 100% de la masa salarial cuando uno alcanza los 65 años de edad.

     Los testigos de Jehová en España, tienen el honor de distinguirse por ser el último grupo religioso de relevancia en cotizar por sus miembros..., ¡todo esto a regañadientes y como consecuencia de una denuncia interpuesta por un par de exbetelitas en la Inspección Provincial de Trabajo de la Seguridad Social de Madrid!  Luego, el Cuerpo Gobernante, sin vergüenza ninguna se apuntarían el tanto, a toro pasado.  Además, te recomiendo encarecidamente que leas el siguiente enlace donde encontrarás toda la documentación que afecta este caso sonado: Los testigos de Jehová y la Seguridad Social en España.
http://johnhenrykurtz.blogspot.com.es/2012/02/historia-cronologica-de-una-mentira.html

     Desde el 22 de diciembre de 2007, aparece publicado en el Boletín Oficial del Estado, la obligación de la confesión religiosa de cotizar por sus miembros de tiempo completo  --aquí no entran los precursores regulares--  unos 800 en esa fecha.  Adicionalmente, se les impone una multa o sanción que hizo que crujieran los dientes de Cuerpo Gobernante:
Habida cuenta que ninguna de estas personas ha figurado en situación de alta en el Régimen General del Sistema de Seguridad Social por la Empresa desde el inicio de su prestación de servicios en el centro visitado, ni por tanto, la Empresa ha ingresado cuota alguna a dicho Régimen por estas personas, se ha procedido a levantar acta de liquidación de cuotas al Régimen de General de la Seguridad Social a la Empresa por todo el periodo que va desde el 1-05-2003 hasta el 31-08-2007, teniendo en cuenta los plazos de prescripción de la deuda por cotizaciones y plazo reglamentario para el ingreso de las cuotas.
     Llegado a este punto, ¿cómo te ves afectado?  Bueno, ahora llega el momento de la verdad y cuando te toca a ti echarle huevos al asunto.  Es importante que, mientras todavía estás trabajando en Betel  --o de especial--  acudas a un abogado laboralista para denunciar ante un Juzgado de lo Social el impago de las cuotas mensuales a la Seguridad Social de los últimos cuarenta años..., ¡una pasta!  Esto quiere decir que te podrá jubilar con tu paga mensual y hacerles un corte de mangas a los trepas del Governing Body Bank.  Esto es resumido, pero ya te digo, los pormenores y las preguntas que tengas, te las contestará el abogado.  Ahora, eso sí, ¡tienes que echarle redaños!  Recuerda, la cobardía congénita te puede sumir en la pobreza y en la mendicidad.  ¡No permitas que el dinero de tus cotizaciones se lo jueguen en bolsa los de la esperanza celestial y trianera!

     Ya sabes, lo documentamos todo, todo y todo.  ¿Quién es el padre de la mentira y las opacidades diversas en el nombre de Dios?